lunes, 31 de mayo de 2010


La píldora anticonceptiva
En la década de 1950 el mundo ya se encontraba superpoblado, y resultaba útil encontrar métodos para reducir la tasa de natalidad. Hasta el momento, la forma de conseguirlo consistía en la abstención sexual o el método del ritmo. La clave de la cuestión era encontrar un método económico que no interfiriera en la vida sexual de las personas. Imitando los cambios hormonales que se producen durante el embarazo (período en que no se produce fecundación), se encontró la hormona, en forma de anticonceptivo oral, que inducía una esterilidad temporal. En 1954, el biólogo norteamericano Gregory Pincus (1903-1967) realizó las pruebas que comprobaron su eficacia. En 1960, ya se había generalizado el uso de la píldora anticonceptiva.
Los métodos anticonceptivos orales incluyen las píldoras combinadas, que contienen estrógenos y progestina (una forma sintética de progesterona) y las píldoras sólo de progestina. Para evitar embarazos, debe tomarse una píldora durante 21 días, después de los cuales se descansa durante un periodo de 7 días. Su eficacia es del 94 por ciento.El uso de anticonceptivos orales puede aliviar los dolores menstruales, reducir el flujo menstrual y ofrecer cierta protección frente a la enfermedad inflamatoria pélvica, el cáncer de ovario y endometrio y la endometriosis (crecimiento de tejido uterino fuera del útero). Puede provocar efectos secundarios adversos, como sangrado intermenstrual, cefaleas, hipertensión, aumento de peso, cambios de humor, descenso del deseo sexual, enfermedades cardiacas, insuficiencias respiratorias, galactorrea e interacciones medicamentosas.
La píldora del día después o píldora postcoital es un método anticonceptivo de emergencia similar a la píldora pero con mayor cantidad de hormonas. La mujer debe tomar la píldora de emergencia hasta 72 horas después de haber tenido una relación sexual sin protección y, normalmente, debe tomar otra 12 horas más tarde. Dependiendo de en qué momento del ciclo se encuentre la mujer, la píldora postcoital puede inhibir o retrasar la ovulación o impedir la implantación del huevo fecundado.
La píldora no sólo actúa como método de control de la fertilidad. También protege contra ciertas enfermedades. La utilización de métodos anticonceptivos para programar el momento adecuado de nacimiento deun niño es tan antigua como la humanidad. Sin embargo, lo novedoso es que las técnicas empleadas satisfacen como nunca los requisitos de inocuidad, confiabilidad, aceptabilidad y eficacia.En las últimas décadas se pudieron aclarar muchas de las dudas y temores que había con respecto a los preparados hormonales que inhiben la ovulación en la mujer. Más aún: el uso de los mismos pudo bajar las tasas de morbimortalidad materna (enfermedad y muerte de la mujer relacionados con el parto) como consecuencia de embarazos no deseados.
Podemos asegurar que, desde el punto de vista médico, el uso de anticoncepción hormonal ejerce un efecto protector contra el cáncer de endometrio y de ovario, el embarazo ectópico (fuera del útero) y las infecciones pelvianas. Aún después de diez años de que una mujer haya interrumpido su utilización, persiste el efecto protector.Otras consecuencias favorables se asocian a la reducción de días de sangrado durante las reglas menstruales. Esto es importante en los países subdesarrollados, donde alrededor del 50% por ciento de las mujeres en edad reproductiva pueden llegar a tener niveles bajos de hemoglobina o anemia. También disminuye un 60% la frecuencia de la dismenorrea (dolor menstrual), lo cual representa otro beneficio tangible para la mujer.

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